CUENTO "R de Rafita"


Cuento realizado para el video: "R de Rafita" como interior del folleto
--------------------------------------------------------------------------------------------------------

R de Rafita


Intro
Nació con las tuercas aún tiernas, rodeado de bolitas de corcho, ojos rojos y chapa negra suave. Salió de la caja con la inercia de un deportista.
-        Rrrrr – Dijo de forma sutil el recién nacido
Mamá enseguida lo limpio con aceite, ajustó su temperatura y le puso una pegatina con una R.
-        R de Rafita. – Dijo mientras le pulía las rodillas.


Cap 1
R se cansó pronto de la cuna. Sus padres compraron un tacataca, pero el pequeño quería emociones fuertes. Papá le engrasó los tornillos y le dio cuerda para que empezara a caminar.  Y así pasito a pasito fue creciendo.
Pasó por la guardería donde se disfrazó de humano y perdió algún muelle jugando con los amigos. En verano viajó con los papas en caravana y navegó en una lancha con miedo a oxidarse. Y así se topó con una nueva caja en el vientre de mamá.
¿Qué sería aquella caja?
-        Es O cariño, que está a punto de venir.
-        ¿O?
-        O, tu hermanito: Óscar.
-        Rrrrrr – Dijo Rafita luciendo una risa sin dos dientes.


Cap 2
-        Oooooo – Dijo Oscar nada más salir.
R cuidaba de su hermano, se asomaba a su cuna y le acariciaba la piel de chapa blanca. Le enseño a darse cuerda, y estuvo atento en sus primeros pasos, siempre juntos, jugando y riendo, soltándose tuercas y tornillos, cuando los papás no miraban. Toda la familia, bien pulida y brillante, viajó al extranjero, los niños no paraban de gritar excitados.
-        Rrrrrrrr
-        Ooooooo
Siguieron conociendo mundo al volante de la caravana. R le enseñó a O a subir a la barca.
-        Porque si te caes al agua, te oxidas.
-        ¿Y si llueve?
-        Rrrr – No sabía la respuesta.
Y aquel día llovió, había paella para comer. Y tuvieron que amontonarse todos: R, O, Papá, Mamá y la paella bajo una sombrilla.


Cap 3
Un ladrido marcaría los días siguientes de R. Era Fosi un perrito de metal con orejas negras, que le seguía a todas partes moviendo su cola de alambres. Juntos pasaban los días, jugando, Fosi le golpeaba con el hocico y R caía entre risas.
-        Rrrrrrr
Ese año fueron todos a la nieve.
-        Tenéis que ir en estos trineos, no piséis mucho la nieve porque os oxidaréis. Y luego papá se enfada.
Pero cuando los papás no miraban, R y O jugaban a tirarse bolas con los ladridos de Fosi de fondo.
-        ¡Niños!
Papá enseñó a R a montar en la moto, y desde entonces a R le encantó la velocidad, aquellas dos ruedas eran mil veces más rápidas que sus piernas.
-        Rrrrrr


Cap 4
Como todos los niños, R formó su piña de amigos.
Uno era Conejo, que le llamaban así porque nunca salía de su madriguera, y por un saltito característico que hacían sus piernas de hojalata. Otro era Ojos, porque se quedaba hipnotizado mirando cosas sin importancia con sus enormes pupilas. Y por último Robot, que era el más grande de ellos con diferencia y en seguida desarrollo un interés promiscuo hacia las robots. La vida de R cada vez más llena de gentes, emociones, viajes… hasta cruzó el océano, con un gran barco, para ir a EEUU y vivió un año en Canadá.  Ya le habían crecido alambres bajo la barbilla.



Cap 5
Siguieron las experiencias, la vida pasaba y su disco duro empezaba a llenarse.
-        Recuerda que tenemos una capacidad para almacenar. – Le advertía su Papá mientras arreglaba el campo con a su tractor.
Sin embargo R seguía jugando al tenis, a las motos, haciendo escalada, viajando, bebiendo aceite y gasolina con los amigos en las fiestas de disfraces. Conejo decía:
-        Tac Tac. Yo me voy ya a casa. – Quitándose el gorro del Zorro.
-        Bup Bup Pero si acabamos de llegar y mira es todo tan genial. – Decía Ojos, abriéndolos bien, y quitándose las plumas de indio de la frente.
Robot ya andaba detrás de alguna muchacha.
Y así fue, un día comiendo una mariscada R notó que perdía la memoria, que olvidaba parte de su pasado. Asustado:
-        Papá, me estoy quedando sin recuerdos.
Le examinó la cabeza, las tuercas y los tornillos estaban en su sitio. Efectivamente era el disco duro, soltaba un poco de humo, estaba sobrecargado.
-        Te lo dije cariño. Ahora tendremos que reiniciarte.
-        Rrrrr

R entró en la caja, nostálgico y con unos andares llenos de tristeza. Olvidar lo vivido. Rrrrrr
Se quedó quieto, la cuerda de su cadera se paró. Los ojos rojos se cerraron. Silencio.

Un golpe fuerte lo saca despedido de la caja, está envuelto de trocitos de papel de colores. R mira sorprendido a todos lados, pasa un sidecar, cae confeti del cielo, un pájaro carpintero sale de su casa de metal para saludar a R. Toc Toc Toc. La música de un  tío vivo. Coches deportivos, una foca hace girar un balón de hojalata. Aparecen sus padres.
-        Papis, papás. – Recuerda perfectamente el abrillantador de mamá, los brazos de papá encendiendo el tractor, los viajes familiares en caravana.
-        Ooooo – Está también Óscar, con esa voz que le traslada a los días de bolas de nieve.
Fosi corre a saludar, ladrando y dando vueltas alrededor de los hermanos. Conejo ha salido de su madriguera, Ojos mira atentamente a R, y Robot celebra que los recuerdos no se han perdido.







Epílogo
El matrimonio hablando en la cama.
-        Cariño ¿cómo hiciste lo de R?
-        Recordé que nuestro hijo es un modelo con COPIA DE SEGURIDAD

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ 



PORTADA Y CONTRA DEL CUENTO






luis rivera linares